Cicatrizar.

No es "borrón y cuenta nueva". Es ser capaz de escribir en hojas nuevas, con olor a futuro e incertidumbre, a nuevo, a desconocido. Las páginas que escribimos con alguien, no pueden borrarse, forman parte de nuestra historia. Nos forman, nos transforman, nos hacen mal pero nos hacen bien. Siempre, todo lo que pasa, es para bien. Esas letras redactadas, una tras otra, día tras día, nos ayudan a cambiar la mirada, nos hacen aprender, nos incitan a crecer. Todo dura lo que tiene que durar, el tiempo justo, el necesario. Dice ntvg "todo lo que te lastima, el tiempo lo hace durar hasta que seas consciente que no te hace daño". Es necesario a veces ser lastimado, porque si somos capaces de dejar que sangre, aunque duela, pronto cicatriza. Y luego, la cicatriz, es sólo una marca y, a menos que decidamos volver a abrir la misma herida, ya no duele. Esa marca es sinónimo de experiencia: algo pasó por nuestras vidas, chocó con nuestra piel, tan fuerte que nos lastimó. Pero la sangre en algún momento deja de salir. La piel ya no vuelve a ser la misma, es cierto. Esa piel tiene el rastro de lo que pasó. Pero sigue quedando piel, por eso seguimos adelante, chocandonos con más personas, con más situaciones que nos vuelven a abrir la piel, que nos hacen sangrar: pero también hay que saber que hay personas que curan. Hay algunas que son capaces de hacer que esa herida no se sienta, otras que son capaces de frenar la sangre, y otras que simplemente, cicatrizan nuestras heridas. Hay otras personas que no sólo curan: hacen nuestra piel más suave, nos dan sensaciones inexplicables. Esa gente que no lastima, es la que hay que cuidar. Es la gente a la que no hay que chocar ni lastimar, es la gente que hay que evitar que sangre.. O ayudar a sanar, o tratar de cicatrizar. 

A todos nos dejan marcas. Y todos dejamos marcas. Eso es lo que nos hace vivir: las marcas, que nos hacen cada vez más fuertes, más invencibles, más inmunes. Y el simple hecho de tratar de tocar personas sin abrirles una herida, nos hace más grandes. 
Tratemos siempre de acariciar, sin chocar. Y si chocamos.. intentemos que no sangre. Y si sangramos, tratemos de detener la herida. Y si no la podemos detener, no hagamos que sangre más. 
Cicatricemos, para poder seguir escribiendo más historia en nuestras hojas. 

- Anita.
5/2/13

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